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viernes, septiembre 17, 2010

Alimentando la carne

Realmente en El Cristianismo vivimos una batalla costante con el mundo con zatanas y principalmente con nuestra Carne y quisiera presentarles esta serie de caricaturas que muestra esa batalla la cual siempre debemos enfrentar cada dia y de la manera que podamos salir victoriosos es haciendola morir y poder vivir en el Espiritu "Rom 8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. " Hermanos vivamos en el espiritu ya dejemos de alimentar nuestra carne, alejemonos de toda contaminacion de ella y empesemos a vivir en el Espiritu.

este Folleto de Caricaturas fue Traducido por Oscar Centeno de la pagina "Feeding the flesh" espero que lo disfruten y que desde ahora empesemos a poner a nuestra carne en Servidumbre para el Servicio y Obediencia de Dios y no que nuestra carne nos ponga en servidumbre a nosotros para destruccion de nuestra vida, Dios les bendiga.

1. Este eres tú. O nosotros, un humano hecho a la imagen de Dios. ¡Lo siento!, las damas deberán identificarse con este pequeño hombrecito…

2. Esta es la carne. La carne representa los deseos pecaminosos y corruptos de nuestro corazón. No es una referencia a nuestros cuerpos - nuestros cuerpos son creados por Dios y son buenos. La carne representa nuestros anhelos pecaminosos de vivir para nosotros mismos y desobedecer las leyes y mandamientos de Dios.


3. Antes de que Jesús nos salvara, esta era nuestra relación con la carne. La Biblia dice que éramos esclavos de nuestros deseos pecaminosos (Juan 8:34). Nuestra carne era el jefe. Su no eres un cristiano, comprende que no es mi intención ofenderte. Sé que no es una imagen halagadora de tu condición actual, pero es la verdad de cualquier que esté lejos de la salvación de Dios.


4. Esto es lo que sucede cuando confiamos en Jesucristo. Ya que Cristo murió en la cruz y conquistó el pecado y resucitó, nosotros somos libertados del poder del pecado (Romanos 6:17-18). Este ya no es nuestro jefe. ¿Ves cómo se rompen las cadenas?



5. Pero nuestra carne no desaparece. Aún está en nosotros para atraernos. Luego de ser cristianos, ya no somos esclavos de la carne, pero la carne aún nos puede tentar. Podemos elegir entregarnos a la tentación darle rienda suelta a la carne. Es to es lo que llamamos “el pecado que mora en mí” (Romanos 7:17). Cristo rompió el poder del pecado, pero aún vivimos con la presencia e influencia de los deseos pecaminosos. 



6. Por esto, es que la Biblia está llena de exhortaciones
para luchar contra nuestros deseos carnales. No podemos vivir en paz con ellos. Debemos atacar la carne y negarla.


7. El problema es que muy frecuentemente los Cristianos se hacen amigos de su carne. De hecho, alimentan su carne. Nos entregamos a nuestros deseos pecaminosos. Cuidamos nuestra carne. Le proveemos de tres abundantes comidas al día, con ensalada y postre. Hasta llegamos a pensar que como la cruz nos ha libertado está bien entregarnos a la carne Pero este es el problema: cuando alimentamos la carne... 



8. ...¡Crece!
Y antes de que te des cuenta, la carne es más fuerte y grande que tú y te empieza a controlar. Por eso es que Pablo nos dice en Romanos 13 que debemos…



9. ...¡matarla de hambre! Así es como queremos que se vea nuestra carne. Queremos que la carne sea flaca y débil. Cuando Pablo dice “no hagáis provisión para la carne” nos está diciendo que no debemos alimentar nuestros deseos pecaminosos – no hagas cosas, no veas cosas, no medites en cosas que fortalezcan a tus inclinaciones pecaminosas.

"sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne." Romanos 13:14

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